viernes, 29 de marzo de 2013

El Evangelio según Mateo. Pasolini, 1964

Ficha técnica: Título original: “Il Vangelo secondo Matteo”. Producción: Alfredo Bini para Arco Film (Roma- Italia). Dirección: Pier Paolo Pasolini. Guión: Pier Paolo Pasolini. Fotografía: Tonino delli Colli, en blanco y negro. Escenografía: Luigi Scaccianoce. Vestuario: Danilo Donati. Música: Luis Enrique Bacalov y Carlo Rustichelli. Montaje: Nino Baragli. Duración: 137 minutos. Intérpretes: Enrique Irazoqui (Cristo), Margherita Caruso (María 1), Susanna Pasolini (María 2), Marcello Morante (José), Mario Socrate (Juan Bautista).

Argumento: Es la narración más veces declarada en el arte occidental, el Evangelio de Jesús, en este caso según la versión de Mateo. Relata la vida de Jesús desde el momento de su concepción, pasando por el período de predicación en Galilea, hasta culminar en los acontecimientos de su pasión, muerte y resurrección en Jerusalén.



Ambientación: Siendo Pasolini un ateo confeso, no pudo evitar desde el principio, desde su condición de artista, la atracción por un personaje histórico tan emocionante como Jesús. La lectura del Evangelio, una noche de octubre de 1962 en el monasterio franciscano de Asís mientras esperaba la llegada de Juan XXIII, lo marcó profundamente. De este modo, su primera aproximación al género religioso la tiene en el rodaje del episodio cómico La ricotta (1963); y más tarde recogerá en Sopralluoghi in Palestina (1964) un material fílmico que usará en la preparación de Il Vangelo secondo Matteo (1964). Es su tercera película, rodada a los 42 años y en una época en la que la Iglesia vive el Concilio Vaticano II y especialmente en Italia se dan algunas experiencias que intentan aproximar el mensaje cristiano a la ideología comunista. Todavía no es el Pasolini de su “trilogía de la vida”, pero ya en su producción literaria manifiesta su predilección por la poesía y el interés por las relaciones entre ideología, religión y lenguaje cinematográfico. Se le acusó de intrusismo al tratar el fenómeno religioso desde una experiencia vital muy alejada de la moral cristiana. Sin embargo, tampoco retrata al agitador social que hubiera contado con el beneplácito de los marxistas oficiales y prefiere mostrar un Jesús que no se sabe Jesucristo, que no podía ser muy distinto por fuera de los demás y que es un idealista. Es por eso que, en la recreación “neorrealista” del ambiente, prefiere la semejanza con lo existente a la reconstrucción de la época para que el espectáculo no solape el evangelio y para ello rueda en los paisajes del Sur de Italia, busca actores no profesionales y su propia madre representa a la Virgen María en su madurez. Asimismo, se aleja de los estereotipos fijados en la filmografía de Hollywood y busca sus raíces culturales en la pintura de Piero della Francesca (para sus vestuarios) y la música (desde Bach -especialmente su Pasión- hasta la Missa Luba). Precisamente tuvo tres candidaturas al Oscar (por la escenografía, el vestuario y la música) y recibió el Premio Especial del Jurado en Venecia (1964).

Valoración: Nunca una historia ha sido contada tantas veces y de tan diversa manera; incluso hoy asistimos a nuevos estrenos que intentan sorprender por su cercanía al Jesús histórico. Sin embargo, el Evangelio según Pasolini -podríamos llamarlo así- nos acerca una historia antigua que resulta nueva en ciertos aspectos. Parte de una reflexión fundamental, a saber, que la historia de Cristo es fruto de dos mil años de interpretación cristiana. Entre la realidad histórica y la visión cristiana cabe la nostalgia de lo mítico, lo épico y lo sagrado; por eso no elude la representación fílmica de los milagros. De ahí el carácter complejo de la evocación, el recurso a la fotografía en blanco y negro, la amalgama de referencias culturales, la transposición... La elección del texto de Mateo es intencionada: es el pecador que se convierte en apóstol, su versión es la más antigua (escrita a los treinta años de la muerte de Jesús), va dirigida a los judeocristianos de Palestina (la más próxima a la mentalidad de la época) y la única en arameo (la lengua de Jesús). Es el Evangelio más literario ya que presupone en los lectores el conocimiento de los escritos del Antiguo Testamento (demuestra estar muy familiarizado con los usos y costumbres de los judíos así como con los lugares bíblicos y con los sagrados escritos) y en él aparecen reunidos todos los discursos de Jesús. Si  a veces los diálogos están ausentes en algunas escenas (los rostros hablan por sí solos), en otro momento se desencadenan los incesantes monólogos de Jesús. Esta brusquedad narrativa de la película (contada a saltos) y la alternancia de silencio y música (cambiando el tono y el ritmo) sacuden al espectador de su conformismo sin necesidad de recurrir a los aspectos más crudos de la pasión y muerte de Jesús. Siendo Pasolini un creador tan profundamente anticlerical, se siente conmovido por la “Buena Noticia” de este Jesús que no es más que un hombre en coloquio con la divinidad que asume su destino. Su película “es al cine sobre Cristo lo que es a la arquitectura una modesta iglesia románica a la catedral de San Pedro”.

2 comentarios:

  1. Muy interesante tu escrito, me gustó el enfoque que le das a toda la narración y los datos que aportas sobre la vida y obra de Pasolini. Me ha resultado muy gratificante la lectura, ya que admiro a este hombre, un poeta de una calidad soberbia y un cineasta expepcional.
    Gracias, un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. muy interesante este análisis, gracias me fue util

    ResponderEliminar