Ficha
técnica: Título original: “Yi ge dou bu neng shao (Not one less)”. Producción: Zhao Yu y Zhang Weiping para Columbia Pictures y Guangxi Film Studios. China, 1998. Dirección:
Zhang Yimou. Guión: Shi Xiangsheng,
según su propia novela. Fotografía: Hou Yong. Música: San Bao. Vestuario: Dong
Huamiao. Montaje: Zhai Ru. Duración: 106 minutos. Intérpretes: Wei Minzhi
(sustituta del profesor Gao), Zhang Huike (alumno), Tian Zhenda (alcalde), Gao
Emman (maestro de la aldea), Sun Zhimei (delegada de clase), Fen Yuying
(recepcionista), Li Fanfan (presentadora de TV), Zhang Chiang (inspector), Xu
Zhanqing (dueño de la fábrica de ladrillos), Liu Hanzhi (madre de Zhang Huike),
Ma Guolin (hombre de la estación), Wu Wanlu (megafonista de la estación), Liu
Ru (anunciante), Wang Shulan (responsable de almacén), Fu Xinmin (jefe de
televisión), Bai Mei (dueña del restaurante)…
Ambientación: Zhang Yimou es considerado el más occidental de los
cineastas orientales seguramente porque es capaz de transmitir experiencias y
valores comunes por encima de las diferencias culturales, provocando una mirada
cinematográfica sobrecogedora, tan sencilla como profunda. Eso no está reñido
con la idea de que realice el retrato concreto de la vida en el mundo campesino
y de las clases desfavorecidas del presente o del pasado no muy lejano de
China, llegando a veces a confundirse en qué época ha sido ambientada la
película. Sólo las referencias al sistema socio-político nos encuadran en un
marco espacial y temporal, no exento de elementos autobiográficos: la situación
de los maestros rurales (vocación familiar), las condiciones de trabajo en el
campo (su apelativo de “director campesino”)… Si bien antes de esta película
había tratado el tema urbano en Mantén la
calma (1997) -donde muestra el caos y desasosiego de la ciudad
contemporánea-, tras ésta surgirá la idea de emprender El camino a casa (1999) -en
el sentido inverso, de la ciudad al campo-. En definitiva, el campo lo entiende
como el entorno donde se desarrolla la tradición, entre la nostalgia y la
idealización. Otro elemento de inspiración fundamental de su filmografía es la mujer.
Sus protagonistas, casi todas extraídas de novelas, son femeninas a la vez que
tenaces, resueltas, sacrificadas, vitales… En este caso, además, es inexperta
ya que, para conferir una mayor sensación de naturalidad al argumento, trabaja
con una niña, no profesional, de la que toma nombre el personaje, se maneja sin
guiones y desconoce siquiera lo que es una cámara de vídeo, que procura ocultar
durante la filmación para no restar espontaneidad a sus reacciones; y así
ocurre con el resto del reparto. Resulta todo un reto que da sus frutos gracias
a una magnífica dirección artística y técnica. Aquí se reconoce la genialidad
en las indicaciones actorales, la complicidad con el público en los gestos y
detalles cotidianos a la vez que universales, el control del ritmo narrativo,
la capacidad de significar por medio del color, la claridad compositiva, la
elección de las localizaciones exteriores y la manera de filmarlas, el apoyo de
la música incidental en las situaciones precisas para no restar verosimilitud a
la escena sin que llegue a parecer un documental… Se comprende a la vista de
sus inicios como fotógrafo, antes de ingresar en la Academia de Cine de Beijing
en 1978, ya a los 28 años.
Valoración: Ni uno menos es un poema a la sencillez de la vida, un camino interior que, motivado inicialmente por una retribución económica y una disciplina adquirida, se convertirá en la búsqueda de una vocación en el servicio a los demás a través del compromiso y la generosidad. Esto es lo que hace común a todos los hombres la vida misma en un pueblo olvidado del país más grande del planeta. Da la sensación de que comienza siendo una película y termina siendo otra porque, entre otras cosas, sus personajes vuelven cambiados, por encima de la anécdota de cómo se resuelve el regreso. En mi opinión, el mensaje de esperanza es lo que subyace, al margen de otras lecturas críticas que ponen en tela de juicio la situación actual en China. Será por eso que, lo mismo que aquel año fue vetada en su propio país, ganó merecidamente el Premio León de Oro en el Festival de Venecia
Valoración: Ni uno menos es un poema a la sencillez de la vida, un camino interior que, motivado inicialmente por una retribución económica y una disciplina adquirida, se convertirá en la búsqueda de una vocación en el servicio a los demás a través del compromiso y la generosidad. Esto es lo que hace común a todos los hombres la vida misma en un pueblo olvidado del país más grande del planeta. Da la sensación de que comienza siendo una película y termina siendo otra porque, entre otras cosas, sus personajes vuelven cambiados, por encima de la anécdota de cómo se resuelve el regreso. En mi opinión, el mensaje de esperanza es lo que subyace, al margen de otras lecturas críticas que ponen en tela de juicio la situación actual en China. Será por eso que, lo mismo que aquel año fue vetada en su propio país, ganó merecidamente el Premio León de Oro en el Festival de Venecia
No hay comentarios:
Publicar un comentario