lunes, 25 de febrero de 2013

Una mirada sobre el cine como fenómeno cultural

Cuando nos aproximamos al cine, existe la tendencia de entenderlo como una manifestación artística (el llamado “séptimo arte”) o una posibilidad de ocio (como “fenómeno de masas”). Por esto, a veces da la impresión de que para la valoración de una película sólo nos podamos mover en términos estrictamente estéticos (“me gusta”/”no me gusta”). Sin embargo, el hecho de que no todas las películas se puedan analizar desde esta perspectiva nos induce a pensar que se trate de una mirada parcial e insuficiente… 

Nosotros preferimos acercarnos al fenómeno cinematográfico de una manera relajada pero rigurosa, asumiendo que toda película tiene una componente cultural que nos permite reconocer en ella valores de tipo: artístico pero también tecnológico, documental, patrimonial, social, espiritual… De este modo, queremos comenzar un blog donde convivirán la crítica cinematográfica con el análisis de los recursos técnicos, la reflexión acerca de los temas sugeridos por el argumento, el descubrimiento del imaginario construido por los lugares reales tomados para las localizaciones y todo aquello que nos permita disfrutar y reflexionar al hilo de una “buena” película. 

Nuestra cinemateca no aspira a ser un repositorio de enlaces, un listado de películas, una regesta documental… para especialistas, sino simplemente un lugar de encuentro entre aficionados que quieren seguir aprendiendo a través del intercambio de ideas y conocimiento. ¡Bienvenidos!

3 comentarios:

  1. Me parece estupendo! Si se puede, se intentará cooperar. Nico

    ResponderEliminar
  2. Muchas felicidades por tu blog Aurora, en estos tiempos de mediocridad generalizada es un placer leerte y sobre todo enseñar una mirada diferente ante el cine como expresión cultural que alimenta nuestras vidas, nuestras almas.MIl gracias. Mª Carmen R.

    ResponderEliminar
  3. Siempre es de agradecer que existan lugares en la web donde uno pueda seguir enriqueciéndose sobre el maravilloso mundo del cine. Esa teatralidad puesta en práctica para sentirte un integrante más del reparto desde el mismo momento de guardar la cola, comprar la entrada, tomar asiento, esperar que la luz de la realidad se desvanezca para dar paso a la iluminación de la fantasía. Y cómo no,poder departir con afines las sensaciones recibidas: los aspectos técnicos, estéticos y, por qué no, metafísicos.
    Echemos la vista atrás, esos inicios que revolucionaron la espiritualidad del ser humano sin necesidad de adoctrinamientos. El deleite de los cinco sentidos para alcanzar el clímax audiovisual extracorpóreo y salir de la proyección con la seguridad de haber tenido una vivencia enriquecedora.
    Sólo seremos capaces de captar el cine en toda su exacta dimensión, cuando hayamos construido un bagaje dentro del cine anterior al año 1928. Debemos educar la mirada, sensibilizarla al hechizo que proporciona el encuadre. Abrir el oído a las extraordinarias interpretaciones musicales. Es decir, imaginar esos salones atestados de gente con piano u orquesta incluidos y el movimiento de la manivela a placer.
    Estoy casi seguro que seguiremos alienados en esta maravillosa fábrica de los sueños.

    ResponderEliminar